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miércoles, 23 de enero de 2013

A la altura de un hijo de un rey


“Y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra” (Apocalipsis 5:9-10)

PASAJE COMPLEMENTARIO 1 Crónicas 17:1-27

Este hermoso pasaje profético hace referencia a la extraordinaria obra de la salvación. Dios envía a su Hijo unigénito para que todo aquel que en Él cree, sea salvo. Su sangre nos redime, nos limpia y nos perdona. Al recibir a Cristo en el corazón como Señor y Salvador, una persona recibe el regalo de la vida eterna y comienza en ella un proceso de transformación. El Padre comienza a moldear en esa vida el carácter de Cristo, la misma imagen de su Hijo. De esta manera cumple su propósito de sacarnos del anonimato para revestirnos de su gloria y hermosura. Aún más, nos dice que nos ha hecho reyes y Sacerdotes, y nos promete que reinaremos literalmente, en esta tierra junto a Él. Esto se cumplirá en el milenio, periodo en el cual Cristo reinará en la tierra junto con su iglesia.

Pero el linaje y la realeza es algo que el Rey de Reyes desea que todos sus hijos disfrutemos desde ahora. Por eso, en la Palabra de Dios encontramos abundantes ilustraciones cotidianas y parábolas de fácil comprensión, a través de las cuales nos hace entender lo que ahora somos en Él, y cómo debemos conducirnos y actuar. Una de las más hermosas enseñanzas al respecto, es cuando nos compara con el águila, la reina de las aves, símbolo de belleza, poder y majestuosidad (Isaías 40:31).

Todo cristiano está llamado a desarrollar dos características que le distinguen como hijo de Rey:

-Una vida de altura (calidad de vida): Al entender por revelación lo que ahora “somos” en Cristo, desaparecen los complejos de inferioridad e inadecuación y aumenta nuestra valía. Dejamos de arrastrarnos por el suelo sin gracia y con torpeza, como lo haría un águila que nunca aprendió a volar, y extendemos nuestras alas para remontarnos a las alturas a donde pertenecemos, surcando los cielos con plena confianza y majestuosidad.

-Linaje y Belleza: Al comprender que somos apartados para ser partícipes del linaje de Abraham, dejamos atrás las herencias de maldición, costumbres y pensamientos de Egipto (la esclavitud del pasado) y aprendemos como el águila (es selectiva pues no come lo que se le aparece sino lo que le apetece), a buscar la excelencia en todo lo que somos y hacemos.

HABLEMOS CON DIOS

“Señor, infinitas gracias por el precioso regalo de la Salvación. Porque fuiste inmolado por mí y con tu sangre me redimiste. Me diste libertad y el poder para dejar atrás un pasado de muerte y esclavitud. Borraste las huellas que el pecado me dejó. Ahora, enséñame a sentirme como rey, a conducirme como rey. Que tu Santo Espíritu hoy me dé el poder que necesito para comenzar a volar”.

Lolita Cruz de Chamorro.

jueves, 17 de enero de 2013

Una Alegría Permanente


“Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; el precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos” (Salmo 19:8)

PASAJE COMPLEMENTARIO: Salmo 19:1-14; Juan 15:11

Todos los especialistas de la salud y el comportamiento humano coinciden en la profunda necesidad que tiene el hombre de hoy de cultivar una vida rica interior, una dinámica vida espiritual. Concluyen que aún después de lograr el éxito a todo nivel profesional, económica y familiarmente, existe un vacío que nada ni nadie puede llenar. La gran necesidad del hombre se resume entonces en encontrarle a su vida un sentido y un propósito de carácter trascendental y eterno.

Muchos en esta búsqueda corren de aquí para allá sin saber a dónde van, como barcos a la deriva llevados por todo viento en medio de la oscuridad. Pero lo que es aún peor, muchos hoy en día han perdido la alegría de vivir. Por alguna razón han sido afectados por el virus de la congoja y el desaliento. La falta de entusiasmo se ha apoderado de ellos y cada día buscan soluciones pasajeras, respuestas temporales que dejan como en un círculo vicioso, mayor vacío, tristeza y soledad. Dios ha diseñado al hombre de tal manera que tuviera compañerismo con Él, y que su vida fuera dirigida desde su área espiritual, y desde ésta, todas sus necesidades emocionales y psicológicas fueran abundantemente suplidas. El método sería cultivar la comunión con Dios y su Palabra, una obediencia real a sus preceptos e instrucciones.

Estos preceptos actúan como un poderoso haz de luz que ilumina el navío naufragado y lo lleva de regreso a puerto; son infalibles parámetros muestran un camino seguro y esto genera confianza para decidir y actuar. Somos libres de la incertidumbre y del temor y por el contrario experimentamos tranquilidad y paz. Además, estar lleno de la palabra de Dios, es recuperar la alegría y el “entusiasmo”, es decir, “ser lleno de Dios”. En fin, es encontrar incontables recursos para prevenir y enfrentar las tensiones propias de la vida y del ambiente, y ser feliz.

HABLEMOS CON DIOS

“Papá Dios, gracias te doy por tu Palabra, porque en ella encuentro la guía y la luz que necesito para caminar en la vida; gracias porque tus mandatos son íntegros y así mismo quieres que sea mi corazón. Señor, hoy te ruego que me enseñes a amar más tu Palabra y que yo haga de ella mi verdadero manual de vida; que mi alegría sea poder disfrutarla y obedecerla, así como lo expresaba el rey David: Tus testimonios son mis delicias y mis consejeros” (Salmo 119:24).

Lolita Cruz de Chamorro.

miércoles, 16 de enero de 2013

Nada nos hará falta


“Temed a Jehová, vosotros sus santos, pues nada falta a los que le temen. Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien” (Salmo 34:9-10)
PASAJE COMPLEMENTARIO: Mateo 6:25-34

Dios ha prometido suplir nuestras necesidades y recompensar la obra de nuestras manos. La palabra de Dios nos enseña que no debemos afanarnos por las añadiduras, pues es tarea suya proveer a aquellos que confían y se acogen a su amor, y a los que buscan como máxima prioridad su bendición. Temer a Dios es amarle y reverenciarle, dándole el primer lugar en nuestra vida; es buscar hacer su voluntad y no la nuestra, utilizar sus métodos y no los nuestros. Dios ha establecido principios de prosperidad para todos los hombres. Si tenemos la suficiente fe para acercarnos a Él y aplicar esos principios a nuestra vida, haciéndolos parte de nuestro ser, de nuestro actuar diario, entonces no tendremos falta de ningún bien. Veamos algunos de estos principios:

-La comunión con Dios a través de la oración y una vida de estudio diario de la Biblia y obediencia a sus principios, nos asegura prosperidad

-Vida de limpieza y santidad, pues Dios ama y recompensa la rectitud

-Vida de amor y honra a los padres para ver largos y buenos días

-Vida de administración y fructificación, pues al que sabe ser fiel en lo poco, sobre mucho lo pondrá el Señor

-Vida de generosidad y amor por los demás, pues la mano que se extiende para dar, Dios la llena para que pueda dar más

-Vida familiar armoniosa y productiva, pues Dios bendice al que sabe mantener en paz su propia casa y al que provee primeramente para los suyos

-Vida de amor por Jerusalén, identificándonos con lo que Dios tanto ama, la tierra que Él ha hecho el sitio de su morada

-Tener una visión adecuada del trabajo como la honrosa responsabilidad que Dios ha dado al hombre para que se desarrolle, genere recursos para su sostenimiento y el de su familia, y tenga la oportunidad de colocar sus habilidades al servicio de otros.

HABLEMOS CON DIOS

“Señor, te doy muchas gracias por esta maravillosa palabra de confianza y de consuelo que me das. Gracias porque entiendo tu preciosa bendición que me provee de todo lo necesario, a tal punto que puedo afirmar: “Nada me hará falta”, te ruego que siempre ande en temor reverente delante de ti y viva para agradarte, y de esta manera disfrutar siempre de tu provisión”.

Lolita Cruz de Chamorro.