«Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora». Mateo 15:28
PASAJE COMPLEMENTARIO: Mateo 15:21-28; Marcos 10:46-52
No es fácil pedir algo y menos si a quien le pedimos no lo conocemos lo suficiente. Para esta mujer del relato bíblico, no era tan fácil llevar esta petición a Jesús, pues era la primera vez que iba a tener un encuentro personal con el Salvador; sin embargo, ella estaba decidida a hacerlo, pero lo más hermoso, estaba convencida de lograr lo que pedía. Cuando nos acercamos a Dios, convencidos de que sólo en sus manos encontraremos solución a nuestras necesidades, persistiremos en su búsqueda, hasta cuando nos diga como a la mujer cananea: «Grande es tu fe; hágase contigo como quieres».
Dios quiere que nos presentemos a Él, como lo hizo esta mujer. Ella se acercó firme, segura, convencida, y persistente. Estos son los aspectos que debemos tener en cuenta para que nuestras oraciones muevan la mano de Dios a favor nuestro, o de aquellos por los cuales intercedemos diariamente.
Además, existen anhelos en nuestros corazones, los cuales hemos expresado a Dios, pero; los olvidamos y no persistimos hasta verlos cumplidos porque no vemos la respuesta inmediatamente.
Si hacemos esto, estamos pensando que Dios no se ha interesado en nuestra necesidad, o no nos ha escuchado. Recordemos que Dios es un Padre que quiere formarnos, por eso, algunas de nuestras peticiones no son respondidas de inmediato.
Hoy, como la mujer cananea, podemos activar la fe, para ver el milagro que necesitamos. Cuán importante es recordar en estos momentos, lo que Dios mismo nos da a conocer acerca de su Paternidad: «Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?». (Lucas 11:13)
Pensemos en este momento que si no hemos visto la respuesta de Dios a nuestra petición, este es un buen día para revisar nuestra actitud y decidir creer y perseverar hasta ver la respuesta de parte del Señor.
HABLEMOS CON DIOS:
“Señor, tu palabra dice que a través de la fe puedo ver hecho realidad lo que quiero. Enséñame a creerte a ti, a creer que eres tan poderoso que no hay cosa que no puedas hacer. Te agradezco por todo lo recibido. Amén”
Lolita Cruz de Chamorro.