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jueves, 29 de marzo de 2012

EL PERDON

La dicha del perdón


“JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, Oh Señor, podrá mantenerse? Pero en ti hay perdón, para que seas reverenciado” (Salmo 130:3)

PASAJE COMPLEMENTARIO: Colosenses 1:13-23

Sentirse perdonado y perdonar son dos cosas que nos permiten experimentar una nueva dimensión de felicidad en nuestras vidas, caracterizada por la libertad, la tranquilidad y la paz que vienen como consecuencia de la reconciliación y la restauración de nuestros vínculos con Dios, con nosotros mismos y con los demás.

El perdón y la reconciliación son parte de la obra fundamental que el Hijo de Dios vino a hacer en la tierra; la reconciliación y el perdón tienen que ver con el amor inmaculado de parte de Dios Padre hacia la humanidad. Todo aquél que advierte este regalo eterno, también experimentará una vida de libertad y una nueva capacidad para amar, de tal manera que busque siempre el bien de los demás.

Todos los seres humanos necesitamos de la experiencia del perdón, pues este viene a ser en los momentos de soledad y de crisis, el refrigerio que el alma necesita. El verdadero perdón y reconciliación se evidencia en disfrutar plenamente de este maravilloso regalo, viviendo libres, gozosos, y dando amor y perdón a nuestros semejantes.

En este día le invito para que tome la sabia decisión de reconciliarse con el Autor de la vida, nuestro Padre Dios; al estilo de Jesucristo le invito para que levante sus ojos al Padre celestial y comience aceptando el perdón que Él le ofrece. Créame que el reconciliarse con Él le traerá los mejores resultados en su cuerpo, en su alma y en su espíritu.

Si ya se reconcilió con Dios, ahora está preparado para reconciliarse consigo mismo, y será tan maravilloso esto, que se sentirá libre del temor; tendrá libertad para levantarse a ser y hacer, todo lo que Dios ha preparado para su vida. Ahora sí, podrá reconciliarse con su prójimo, estableciendo unas nuevas relaciones basadas en el amor, la justicia y la bondad.

Acérquese a Dios con libertad y déjese conquistar por el Autor del amor y la reconciliación. Vuelva a sus brazos amorosos ¡No tema más!

HABLEMOS CON DIOS

“Padre amado, cuánta sabiduría y cuánto poder colocas a mi alcance. Ahora creo que a través de la oración, los corazones, los problemas, las dificultades, las naciones, caen ante ti. Dame un corazón obediente y manso para ir a reconciliarme con mi prójimo y que nada me detenga hasta ver que fruto de la unidad y el amor, Tú derramas tu ilimitado poder sobre mi vida y mi entorno. Amén”.

Lolita Cruz de Chamorro.

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