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jueves, 19 de enero de 2012

¿Buscamos a Dios con decisión y acción? ¿Realmente cómo y cuándo le buscamos?

Buscar a Dios: decisión y acción

“Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar” (Isaías 55:6-7)

PASAJE COMPLEMENTARIO: 2 Crónicas 14:1-13

“Buscar”, es una palabra muy usada en la Biblia para expresar la característica principal que debe tener todo acercamiento que realice el ser humano hacia Dios. Él estableció la manera correcta de cómo hallarlo y nos corresponde conocer esta senda y aprender a recorrerla, si es que comprendemos la profunda necesidad que tenemos de Él y cuál es la extraordinaria bendición que esto implica a todas las áreas y aspectos de nuestra vida.

Dios no quiere que simplemente le “invoquemos”, sino que le “busquemos”. Para entender qué significa buscar, veamos algunos significados: Inquirir, explorar, escudriñar, ser diligente para encontrar algo. Imaginémonos haber perdido una joya muy valiosa o una buena cantidad de dinero. Cuánto desasosiego, desespero y hasta angustia llegamos a sentir. Con cuánta persistencia e insistencia buscaríamos hasta encontrarla. Sin embargo, muchas veces, esto no es precisamente lo que experimentamos por el Señor, quien es el más grande tesoro que tenemos, nuestra posesión más preciosa.

Buscar tiene que ver con una determinación del corazón, una marcada necesidad y un anhelo ferviente de encontrarlo. Esto hará que tomemos acciones específicas y emprendamos especiales “expediciones” hasta hallarlo. Esto fue lo que hizo Jacob en Peniel, en el relato de Génesis 32:22-32. Se apartó sólo para encontrarse con Dios. Estaba decidido y no dejó que nada lo detuviera. Pagó el precio de esperar y luchar en oración hasta que logró su bendición. Se aseguró de dejar todo su pasado, sus errores, sus faltas delante de su Señor y dejar que Él le transformara en un hombre completamente nuevo. Buscar a Dios es ir más allá de una simple oración. La pregunta para nosotros hoy es: ¿Buscamos a Dios de esta manera? ¿Realmente cómo y cuándo le buscamos?

HABLEMOS CON DIOS

“Señor, hoy vuelvo mi corazón a ti y reconozco que te he dejado. Que no te he buscado como mereces y esperas que lo haga, como hijo tuyo. Me presento delante de ti con anhelo profundo de verte, de sentir tu mano de artífice divino moldeando mi vida, dándole la forma que tú quieres. Gracias por enseñarme el maravilloso secreto de buscarte cada día”.
Lolita Cruz de Chamorro.

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