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viernes, 20 de julio de 2012

El Hijo Sabio


La sabiduría del Hijo
“El hijo sabio alegra al padre, pero el hijo necio es tristeza de su madre”. (Proverbios 10:1)

PASAJE COMPLEMENTARIO: Efesios 6:1-3; Proverbios 15:20

La sabiduría es fundamental para construir vidas realizadas y felices y que mejor compartir esta clase de vida con las personas amadas como son los padres. Esta es la razón de este maravilloso consejo tan sabio de la Palabra de Dios.

Una de las más grandes demandas de Dios en la Biblia es la honra a los padres, entendida ésta como la permanente actitud de amor y respeto, y la constante disposición para hacer sentir estimado e importante a alguien. También se relaciona con la buena opinión que se procura tener y expresar de las personas.

Es muy importante para Dios, la honra a los padres, ya que es una fiel medida de la honra que tenemos para con Él mismo. Y es tan grave la deshonra a los padres, que el Señor nos advierte acerca de ella y sólo tratándose del aspecto de hablar mal de ellos, lo siguiente: «Al que maldice a su padre o a su madre, se le apagará su lámpara en oscuridad tenebrosa» (Proverbios 20:20).

Por el contrario, el hijo que aprende a evitar en su corazón el resentimiento y la amargura, y sólo se preocupa por albergar en él, gratitud y honra, vivirá feliz, tendrá larga vida y todo lo que emprenda le resultará bien (Efesios 6:1-3).

Recuerde que los años pasan, y muchas veces no nos damos cuenta en qué momento los padres ya no están a nuestro lado. Entonces la oportunidad para hacerles felices se habrá escapado, dejando tan sólo el sinsabor de lo que debimos haber hecho y no hicimos, siendo tal vez demasiado tarde.

La palabra de Dios nos advierte que aquél que honra a sus padres será prosperado. No busque razones para no honrarles; no se engañe a sí mismo pensando que de todas maneras saldrá adelante. No se pierda el inmenso privilegio de ser una persona feliz. Esfuércese por alegrar los días del hombre y la mujer que Dios utilizó para traerle a la vida.

Aún hay oportunidad para recuperar el tiempo perdido, para alegrar el rostro que tal vez entristeció, para secar las lágrimas que ayudó a derramar; aún hay oportunidad para devolver el amor que le fue entregado sin ninguna condición, para ser la causa de una sonrisa y el motivo del orgullo de unos seres que siempre desearon lo mejor para su vida.

 HABLEMOS CON DIOS

“Señor te quiero agradecer por enseñarme que honrar a mis padres me lleva a ser feliz, a recibir bendición y a sembrar para el futuro. Gracias por los padres que me diste porque a pesar de sus debilidades han tratado de darme lo mejor, te pido que me enseñes a disfrutarlos antes de que sea demasiado tarde. Bendícelos, Amén”.
Lolita Cruz de Chamorro.

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