Preparémonos para vivir cada día
“Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré delante de ti, y esperaré” (Salmo 5:3)
PASAJE COMPLEMENTARIO: Salmo 42:1-11; 1 Tesalonicenses 5:17
Cuando el buscar a Dios se vuelve parte de la vida, pronto descubriremos ¡cuán diferente se puede vivir cada día! La presencia de Dios es para sus hijos como una isla de descanso, como una medicina para el dolor, como un torrente de agua fresca en medio del desierto. Quizá la descripción más fiel es la del Salmo 42: «Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía».
Cada vez que levantamos la mirada a Papá Dios, cada vez que buscamos su mano, cada vez que acallamos nuestro espíritu para escucharle, encontramos un lugar de refugio que nadie nos puede quitar. Basta con disponernos, buscarle con todo el corazón, y allí está Él. Se encuentra en todo lugar, no hay sitio sin su presencia, va con nosotros. El nos acompaña a cada lugar a donde vamos, aún en medio de los afanes de la vida le podemos hallar.
Tal vez usted no conozca a Dios lo suficiente y solamente salga de sus labios una sencilla oración, pero cuando ore, crea que Él le está escuchando, entonces, sentirá cómo sus pensamientos se entrelazan con los de Él en una dulce y tierna conversación. Experimentará que su oración es escuchada y que es capaz de transformar los más frustrantes pensamientos de dolor en pensamientos de gozo y vida. La oración ablanda el corazón de piedra, sana al enfermo, produce milagros y lo más importante, la oración trae la misericordia de Dios sobre nuestra vida.
El gran secreto de los hombres y mujeres de éxito reside en la oración. Por la oración el pueblo de Israel halló la victoria ante sus enemigos en circunstancias realmente difíciles; por la oración de un hombre Dios detuvo el sol, dividió el mar, hizo llover fuego del cielo, calmó la tempestad, resucitó muertos, fue multiplicado el pan y fue devuelta la vista a los ciegos.
¿Quiere tener poder sobre el enemigo? Ore. ¿Necesita fuerza para resistir los sufrimientos? Ore. ¿Qué necesita hoy? Dios es la fuente de todo, allí usted beberá gratuitamente. Tendrá a su disposición toda la misericordia de Dios, serán suyos el consuelo y la esperanza. Hallará allí dirección sabia para escoger el mejor camino, el de la vida y el de la victoria.
“Si alguno tiene sed, venga a mí y beba”. Juan 7:37b
HABLEMOS CON DIOS
“Amado Señor, te quiero agradecer por enseñarme que la maravillosa herramienta de la oración es lo que necesito en toda situación adversa. Te pido Espíritu Santo que me enseñes a orar como conviene, Amén.
PASAJE COMPLEMENTARIO: Salmo 42:1-11; 1 Tesalonicenses 5:17
Cuando el buscar a Dios se vuelve parte de la vida, pronto descubriremos ¡cuán diferente se puede vivir cada día! La presencia de Dios es para sus hijos como una isla de descanso, como una medicina para el dolor, como un torrente de agua fresca en medio del desierto. Quizá la descripción más fiel es la del Salmo 42: «Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía».
Cada vez que levantamos la mirada a Papá Dios, cada vez que buscamos su mano, cada vez que acallamos nuestro espíritu para escucharle, encontramos un lugar de refugio que nadie nos puede quitar. Basta con disponernos, buscarle con todo el corazón, y allí está Él. Se encuentra en todo lugar, no hay sitio sin su presencia, va con nosotros. El nos acompaña a cada lugar a donde vamos, aún en medio de los afanes de la vida le podemos hallar.
Tal vez usted no conozca a Dios lo suficiente y solamente salga de sus labios una sencilla oración, pero cuando ore, crea que Él le está escuchando, entonces, sentirá cómo sus pensamientos se entrelazan con los de Él en una dulce y tierna conversación. Experimentará que su oración es escuchada y que es capaz de transformar los más frustrantes pensamientos de dolor en pensamientos de gozo y vida. La oración ablanda el corazón de piedra, sana al enfermo, produce milagros y lo más importante, la oración trae la misericordia de Dios sobre nuestra vida.
El gran secreto de los hombres y mujeres de éxito reside en la oración. Por la oración el pueblo de Israel halló la victoria ante sus enemigos en circunstancias realmente difíciles; por la oración de un hombre Dios detuvo el sol, dividió el mar, hizo llover fuego del cielo, calmó la tempestad, resucitó muertos, fue multiplicado el pan y fue devuelta la vista a los ciegos.
¿Quiere tener poder sobre el enemigo? Ore. ¿Necesita fuerza para resistir los sufrimientos? Ore. ¿Qué necesita hoy? Dios es la fuente de todo, allí usted beberá gratuitamente. Tendrá a su disposición toda la misericordia de Dios, serán suyos el consuelo y la esperanza. Hallará allí dirección sabia para escoger el mejor camino, el de la vida y el de la victoria.
“Si alguno tiene sed, venga a mí y beba”. Juan 7:37b
HABLEMOS CON DIOS
“Amado Señor, te quiero agradecer por enseñarme que la maravillosa herramienta de la oración es lo que necesito en toda situación adversa. Te pido Espíritu Santo que me enseñes a orar como conviene, Amén.
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