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lunes, 12 de diciembre de 2011

¿Crees que obedecer a Dios con fe nos hace ir bien en todo?

Pacto de bendición eterna
“E hizo Noé conforme a todo lo que le mandó Jehová” (Génesis 7:5)

PASAJE COMPLEMENTARIO: Mateo 4:18-22; 9:9-13

Cuando hemos recibido a Jesucristo como Señor de nuestras vidas también asumimos un compromiso, un reto: desarrollar una vida de fe, llena de entusiasmo y optimismo, especialmente porque sabemos que ya no vamos solos por la vida, sino que vamos llevados de la mano de Dios.

En cierta ocasión un grupo de excursionistas se adentraron en la selva amazónica, e iban acompañados de un guía que los conduciría por el camino, hasta su destino; para sorpresa de los excursionistas, no había camino, solo una inmensa selva. Al darse cuenta ellos, que no había un camino o trocha, sino espesa selva virgen, le preguntaron al guía, ¿Dónde está el camino? Y el les respondió: “Yo soy el camino”. La seguridad de ellos, estaba en quien los guiaba.

Y así sucede en la vida de fe, así no veamos el camino o no conozcamos el camino, la confianza reposa en saber con quien vamos. Esto nos recuerda a Abraham, dice la escritura: “Por la fe Abraham, siendo llamado obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba” (Hebreos 11:8). Observemos que Abraham no sabía con precisión hacia donde iba, pero si sabía Quien lo llamaba, y que Aquel que lo llamaba, era fiel para cumplir todo aquello que le había prometido.

No sucede así con aquellas personas que dependen de sí mismos, y que no son guiados por Dios, estas personas caen fácilmente en el temor, la incertidumbre, no saben qué puede llegar a suceder.

Otro caso que encontramos en la Biblia es el de Noé, dice la escritura acerca de este hombre: “Por la fe, Noé cuando fue advertido por Dios de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca para que su familia se salvase; y por esa fe, condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe” (Hebreos 11:7).

Así encontramos otra bendición de la cual gozamos los hijos de Dios, y es que Dios nos da VISIÓN DE FUTURO, Él nos muestra, nos revela, nos enseña escenarios futuros, así como sueños, que en sociedad con Él podemos construir.

Los sueños y las visiones provienen de Dios, y Él está interesado en conducirnos por el camino de la vida, como dice el Señor Jesús: “quien me sigue no andará en tinieblas”. Seguir a Jesús nos permite andar en la luz.

HABLEMOS CON DIOS:

“Amado Señor: Qué gran seguridad me produce el saber que siempre vas a estar conmigo. Hoy te ruego que me llenes todos los días con el Espíritu Santo y pueda oír tus instrucciones para obedecerlas porque sé que así, en todo me irá bien. Gracias Señor”.

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